Donativo José Antonio Rubio Sacristán en la Biblioteca de Derecho

Fecha de incorporación: 1992
Número de volúmenes: monografías 2668, separatas 431
Materias: derecho
Idiomas: español
Libros, revistas



La riqueza y diversidad documental de esta colección viene explicada por el perfil del donante, que aunaba a la perfección la historia y la economía. También su talla intelectual, que le permitió codearse con los intelectuales de su época, aportan a este donativo una valor adicional del que nos sentimos muy orgullosos.

Pocas veces se sintió tentado a lucir el fruto de sus lecturas en libros y trabajos . Le parecía que lo escrito por otros no necesitaba glosa y que las ideas que surgían de su lectura de obras ajenas bastaban con exponerlas de palabra a sus alumnos y amigos, por lo que ha resultado difícil estudiar su aportación.

En la Residencia de Estudiantes entabló relación con intelectuales de la Generación del 27 como Dalí y Buñuel o García Lorca, que le dedicó el poema ‘Antoñito el Camborio’. También tuvo amistad con Pedro Salinas y Jorge Guillén.

Aunque era profesor de Historia del Derecho, su vocación le llevó a interesarse por la Economía. Además de ser un buen paleógrafo, y de tener formación de historiador, era, también, un economista teórico, con experiencia en el ejercicio práctico de la profesión, como empresario y consejero.

Muy influenciado por los maestros alemanes, se doctoró en la Universidad de Friburgo y también lo hizo en la Universidad de Madrid con una tesis sobre economía según los fueros municipales de León y Castilla. Posteriormente ganó las oposiciones a la cátedra de Historia del Derecho en la Universidad de La Laguna. Durante los años que transcurrieron desde 1927 a 1936 colaboró en el Anuario de Historia del Derecho español. Tuvo importantes vinculaciones profesionales y personales desde 1927 en el Centro de Estudios Históricos, que ni siquiera los años trágicos en los que vivió lograron interrumpir. Allí entabló excelentes relaciones con Don Ramón Menéndez Pidal y Don Claudio Sánchez Albornoz. Terminada la guerra, José Antonio Rubio , no fue autorizado para reincorporarse a la enseñanza hasta 1947, en que tomó posesión de la cátedra de Historia del Derecho en la Universidad de Granada. En 1948 opositó a esa misma cátedra en la Universidad de Valladolid. Desde entonces, y hasta su jubilación, enseñó en la Facultad de Derecho de esa Universidad, siendo decano de la misma durante 14 años. En 1987 ingresó como académico en la Real Academia de la Historia de la mano de Don Gonzalo Anes.

A través del catálogo puedes acceder a sus obras y trabajos tutelados ubicados en su mayoría en la Biblioteca de Derecho.

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