Más de 250.000 palomas mensajeras fueron amaestradas por el ejército británico para comunicarse de manera secreta durante la II Guerra Mundial. No todas las palomas lograban entregar su mensaje y recientemente se ha descubierto una de ellas en la
chimenea de la casa del londinense David Martin. Los restos de la paloma aún tenían
atado a la pata el mensaje cifrado que nunca entregó.
Expertos del cuartel general de comunicaciones del gobierno británico han descubierto que estaba destinado a X02, nombre en clave del alto mando de bombardeos que en ese momento se situaba 100 kilómetros al norte de Londres. En el legajo que transportaba el animal se ha podido encontrar el título de “servicio de paloma” junto con 27 códigos
escritos a mano. A pesar de cumplirse un mes desde el descubrimiento del ave,
el servicio secreto no ha logrado descifrarlo. Esto se debe a que este tipo de códigos (creados ex profeso para su utilización en la II Guerra Mundial) estaban diseñados para que solo los propios emisores y receptores del contenido fueran los únicos capaces de descifrarlos. A menos que se descubra quiénes eran estos emisores y receptores, o que se recupere el libro de señas en el que se basaban estos códigos -probablemente destruido a día de hoy-, no se tendrá ninguna posibilidad dedesentrañar el misterio oculto en la pieza de papel. Probablemente, el destino de la paloma fuera Bletchley Park, la instalación en la que los británicos montaron el mayor servicio de desencriptación de la II Guerra Mundial y donde estuvo trabajando Alan Turing.
Si te interesa la criptografía, consulta los libros que tenemos en nuestro catálogo.
Más información sobre Bletchley Park.
Acceso al sitio web de Bletchley Park.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias! Si nos proporcionas una dirección de correo-e, podremos responderte de modo personalizado. También puedes hacer llegar los comentarios a través de Quid? Consulta la biblioteca.