Conocemos a Charles Barbier de la Serre, capitán del ejército francés (1767-1841) por ser el inventor de la Escritura Nocturna (sistema de puntos en relieve para ser leído con la yema de los dedos).
La técnica por él desarrollada se utilizó en tiempos de guerra para que los oficiales pudieran escribir e intercambiar mensajes en las trincheras sin necesidad de luz. En 1822 desarrolló el alfabeto que lleva su nombre, Charles Barbier, de estructura fonética y grafía de puntos al que llamó Sonography.
Como precedentes a esta invención encontramos a Maria Theresia von Paradis (1759-1824), vienesa, pianista, cantante, compositora y ciega desde los dos años. Su amigo Riedinger creó para ella un sistema de escritura musical, logrando éxitos enormes. Por sí misma aprendió a leer textos y solfeo palpando alfileres clavados en almohadones (Noguera, 2005).
En 1784 conocería a nuestro siguiente personaje en París y ejercería una gran influencia junto con el sacerdote jansenista Charles Michel de L'Épée (1712-1789) que por aquella época desarrolló un sistema de comunicación manual para sordos lo que terminó por animar a Valentin Haüy (1745-1822), políglota y filántropo francés, a fundar en 1786 el Instituto de los Niños Ciegos de París (pasando a llamarse de diferentes nombres con el paso del tiempo). Sería la primera Escuela para la instrucción y colocación laboral de personas ciegas (Noguera, 2005). Su aportación además del Instituto, en la intención de dar luz al mundo de la oscuridad, fue la del aprendizaje de la lectura basado en la representación de los mismos caracteres que utilizaban las personas videntes, realizados en relieve y de mayores dimensiones sobre cartulina húmeda, cifras y letras se leían táctilmente (Noguera, 2005). Este sistema estuvo vigente en la Institución hasta 1819.
A partir de esa fecha, se impuso en la Real Institución para Jóvenes Invidentes de París la Sonography, y uno de sus estudiantes fue Louis Braille (1809-1852) que la desarrolló, llegando a ser un sistema de lectura y escritura táctil para invidentes o personas con discapacidad visual, conocido mundialmente como Braille. Actualmente este método es el sistema universalmente adaptado en los programas de educación de invidentes. Aplicó su método al alfabeto, a los números y a la notación musical.
El poeta no dijo de la Escritura Nocturna: ¡Hágase la luz! pero sí lo dijo de otra forma:
La escritura como libertad, como poder saber, cultura. La Escritura Nocturna como cultura social, como aventura intelectual, como pasaje o medio hacia la comunicación, como lucha contra la marginación.
Fuentes:
El Poeta
Imagen extraída de Wikipedia
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