Con este artículo ponemos punto y final, o al menos, punto y seguido, a la serie que iniciamos sobre las nuevas métricas en la producción científica.
Altmétricas, almetrías, altmetrics, métricas alternativas. Diferentes términos que responden a un mismo concepto: medir el factor de uso y no sólo el factor de impacto, y no sólo de artículos, sino de una amplia tipología de documentos.
Podéis adoptar la que más os guste pero lo que es seguro es que se están haciendo un hueco en los procesos de comunicación científica y, de rebote, en los procesos de evaluación de la producción.
Cierto es que la investigación en ciencias sociales adolece de una mayor lentitud pero la tesis de este artículo es que tanto la investigación en humanidades como en ciencias harán bien en abrazar (y no ignorar) esta corriente de métricas alternativas que es ya una realidad.
Pero basta ya de tanta teoría, como ejemplo práctico os facilitamos el artículo Presencia en redes sociales y altmétricas de los principales autores de la revista El Profesional de la Información, que analiza la presencia e impacto de los 47 autores que más han publicado en esta revista para el período 2009-2013 a través de sus perfiles públicos en Google Scholar Profiles, Linkedin y Mendeley.
Pero basta ya de tanta teoría, como ejemplo práctico os facilitamos el artículo Presencia en redes sociales y altmétricas de los principales autores de la revista El Profesional de la Información, que analiza la presencia e impacto de los 47 autores que más han publicado en esta revista para el período 2009-2013 a través de sus perfiles públicos en Google Scholar Profiles, Linkedin y Mendeley.
Dicho artículo confirma una realidad de la altmería; aunque en un futuro tomará peso y se establecerá, en la actualidad despierta suspicacias en una parte de la población investigadora sobretodo por las dificultades que implica el cálculo de altmetrías tanto a nivel de autor como artículo pero también por
- Dificultades en la detección de afiliaciones
- Identificación de alias con autores
- Falta de estandarización en los títulos, etc.
El estudio realizado por los profesionales de la revista EPI es en sí mismo bastante elocuente sobre estas dificultades de la altmétrica.
A modo de conclusión, la Biblioteca de Educación considera que conviene trabajar para reducir los contras de estas nuevas métricas y descubrir a la comunidad científica el potencial de estas "nuevas" métricas que rellenan el hueco dejado por la bibliometría tradicional.
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