En 2015 se cumple el centenario de la muerte del editor Saturnino Calleja (1853-1915). Por ese motivo, la Biblioteca Nacional de España le dedica una exposición bibliográfica que estará abierta hasta el próximo 28 de agosto.
La exposición resalta su importante labor renovadora en el mundo de la pedagogía y la edición infantil. La editorial que fundó transformó no solo los libros infantiles sino también los textos escolares y los libros pedagógicos para profesores siguiendo la máxima de“enseñar divirtiendo”.
En la España de finales del XIX solo uno de cada tres niños sabía leer y, en el caso de las niñas, solo una de cada cuatro. La educación se realizaba en escuelas que la mayor parte de las veces no reunía las condiciones necesarias, por maestros a veces poco preparados y utilizando libros poco atractivos. Los esfuerzos de Calleja se enfocaron tanto hacia los libros infantiles como a las ediciones de textos escolares y pedagógicos para los profesores, llegando incluso a repartirlos por las escuelas de los pueblos a costa de su bolsillo.
Otro aspecto reseñable es la importancia que otorgó a la ilustración de las obras, con dibujos de los mejores artistas de la época, como Narciso Méndez Bringa, Rafael de Penagos, Manuel Picolo o Salvador Bartolozzi, entre otros.
Sus tiradas eran amplias con escaso margen de beneficio y precio bajo, llegando de esta forma a alcanzar a un sector de la población al que no hubiera podido acceder de otro modo. En 1899 la editorial Calleja publicó 3,4 millones de volúmenes de 875 títulos y en 1930 el número de títulos se incrementó hasta los 2.289 de los que eran cuentos menos de la mitad. El resto eran obras religiosas, diccionarios y libros para adultos, como una célebre colección de textos de medicina. La editorial Calleja realizó la primera edición de Platero y yo.En la España de finales del XIX solo uno de cada tres niños sabía leer y, en el caso de las niñas, solo una de cada cuatro. La educación se realizaba en escuelas que la mayor parte de las veces no reunía las condiciones necesarias, por maestros a veces poco preparados y utilizando libros poco atractivos. Los esfuerzos de Calleja se enfocaron tanto hacia los libros infantiles como a las ediciones de textos escolares y pedagógicos para los profesores, llegando incluso a repartirlos por las escuelas de los pueblos a costa de su bolsillo.
Otro aspecto reseñable es la importancia que otorgó a la ilustración de las obras, con dibujos de los mejores artistas de la época, como Narciso Méndez Bringa, Rafael de Penagos, Manuel Picolo o Salvador Bartolozzi, entre otros.
El Centro de Documentación Infantil y Juvenil de la Biblioteca de Educación alberga algunos ejemplares publicados por este editor.
Más información
Cuentos de Calleja
Saturnino Calleja y su editorial: los cuentos de Calleja y mucho más / Enrique Fernández de Córdoba y Calleja (2006(, en las bibliotecas de Educación y Humanidades
Saturnino Calleja y su editorial: los cuentos de Calleja y mucho más / Enrique Fernández de Córdoba y Calleja (2006(, en las bibliotecas de Educación y Humanidades
Fuente de la imagen: BNE
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