Según la organización estadounidense United States Building Council (USGBC) que ha desarrollado un sistema de calificación para determinar si un edificio es sostenible o no, sistema conocido como LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), las cinco categorías que hay que tener en cuenta para dar una valoración u otra a los edificios (40 puntos es el más bajo y 80 el más alto) son: localización del edificio, conservación del agua, eficiencia energética, materiales, calidad del aire en el interior y una categoría extra para la innovación y el diseño.
Las bibliotecas, como el resto de los edificios, se van integrando cada vez más en esta tipología. Sirvan de ejemplo las que se mencionan a continuación:
- La primera biblioteca sostenible en México se encuentra en Tepoztlán, población del estado de Morelos. El edificio denominado Centro Cultural Pedro López Elías (CCPLE), tiene una mezcla de elementos de arquitectura moderna y de arquitectura vernácula mexicana. La biblioteca está cubierta por 42 paneles solares, suficientes para proporcionar una energía (10.000 kW) que cubra las necesidades del edificio. Dispone además de una cisterna con capacidad para captar 650.000 litros de agua de lluvia que abastece los servicios sanitarios y los jardines de la biblioteca, además del consumo humano. Una pequeña estación climatológica en la azotea del edificio controla durante todo el año el sistema de aireación de acuerdo con la época del mismo. Los elementos de construcción utilizados son vigas y techos de madera, molduras de tabique, cantera verde, tejas de barro y ventanas de aluminio (imagen izquierda: www.expoknews.com).
- En Estados Unidos la primera biblioteca sostenible es la Stevens Libray, biblioteca escolar de Sacred Heart Schools (Colegio del Sagrado Corazón), ubicada en Atherton, California. Para ahorrar energía el edificio utiliza tubos solares a fin de maximizar la luz natural en los espacios interiores, mientras que el control de la luz del día mediante monitores y sensores de iluminación regula el consumo de electricidad. La óptima calidad del aire se asegura mediante el uso de ventilación por desplazamiento, los accesorios de agua de bajo flujo minimizan su consumo y ayudan a ahorrar energía para calefacción y agua caliente. El aislamiento exterior, junto con el sombreado de diseño especial, ayuda a mantener la temperatura estable todo el año. Un valor añadido de este edificio es que para poder utilizar los sistemas y estrategias sostenibles como herramienta educativa, los arquitectos se aseguraron de que éstos sean visibles en el espacio interior a través de gráficos ambientales integrados y de una buena señalización climática (imagen derecha: inhabitat.com).
Información sobre bibliotecas sostenibles se encuentra en la página de la American Library Association (ALA) y un directorio de este tipo de bibliotecas en Norteamérica se puede ver en la web Green Libraries.
En la Biblioteca de Económicas se pueden consultar diversas publicaciones sobre energías sostenibles, tanto en nuestro catálogo, como en las bases de datos
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