Vidas de película (6): Remando al viento (1988)

Remando al viento, dirigida por Gonzalo Suárez, autor también del guion, nos cuenta la sorprendente historia de cómo una jovencita de apenas diecinueve años, Mary Godwin (Lizzie McInnerny), creó en una noche de tormenta una criatura de pesadilla, fruto de sus más íntimos miedos: el monstruo de Frankenstein.

Mary era hija del editor liberal John Godwin y de Mary Wolstonecraft, la filósofa feminista autora del manifiesto "Vindicación de los derechos de la mujer" (1792), quien murió al darla a luz.

Mary conoce al poeta radical Pierce Bisshe Shelley (Valentine Pelka) a través de su padre, se enamoran y deciden vivir juntos a pesar de que él ya está casado. La oposición del padre de ella les lleva a fugarse de Inglaterra y viajar por Europa, acompañados por Claire Clairmont (Elizabeth Hurley), hermanastra de Mary, quien desea encontrarse con su amante Lord Byron (Hugh Grant), del que espera un hijo. Los tres deciden ir a su encuentro en Ginebra en mayo de 1816, trabando Shelley y Byron una fuerte amistad. Todos se alojan en la villa Diodati, junto al lago Leman, alquilada por Byron, donde les acompaña su médico y secretario, el doctor John William Polidori (José Luis Gómez), aspirante a poeta y a quien Byron ridiculiza y menosprecia continuamente. El grupo pasa su estancia practicando juegos y haciendo ejercicio al aire libre las pocas ocasiones en que el tiempo lo permite, sobre todo remando por las aguas del lago. Es un verano frío y lluvioso: 1816 fue el "año sin verano" debido a la terrorífica erupción del volcán Tambora en Indonesia el año anterior, que provocó una inmensa nube de cenizas alterando el clima mundial, la pérdida de las cosechas y una hambruna terrible, la peor del siglo XIX.

Una de esas noches desapacibles y tormentosas el grupo decide retarse a escribir una historia de terror para pasar el rato. Ganará la apuesta quien menos se esperaba pues este será el origen de Frankestein o el moderno Prometeo, la obra maestra de Mary Shelley: novela gótica, culmen del romanticismo y precursora de la literatura de ciencia ficción. Se editó por primera vez el 11 de marzo de 1818, hace ahora 200 años, de forma anónima, aunque acabará haciendo a su autora mundialmente famosa.

Pronto, Mary y los que la rodean empiezan a tener visiones del monstruo fruto de su mente, anuncio de la muerte de sus seres queridos, lo que lleva a Mary a creer que Dios la está castigando por desafiarle al crear una criatura similar al hombre, llevándola a sentirse culpable y fracasada como hija y como madre. 

De esa noche también surgirá el relato El vampiro, antecedente de Drácula y la literatura vampírica, obra de Polidori, aunque el desgraciado médico tuvo que sufrir la humillación de que le fuera atribuida a Byron y nadie creyera en su autoría.


Remando al viento es un film de culto, que ha hecho historia en el cine español. Muy bien acogida por la crítica en general, ganó varios premios Goya en 1989 y ha sido objeto de numerosos estudios y análisis. Gonzalo Suárez consigue mostrar un adecuado perfil de Mary Shelley y contarnos con verosimilitud aspectos fundamentales de su azarosa vida. De maravillosa fotografía, firmada por Javier Aguirresarrobe y Carlos Suárez, destacan por su espectacular y majestuosa belleza las primeras secuencias de la película con un velero bogando a duras penas por el mar de hielo, contraponiéndose a las del monstruo que, envuelto en su sudario, despierta a la vida, creando una sensación tan onírica como espectral, a cuyo clima contribuye la magnífica banda sonora basada en piezas clásicas.

Imagen: FilmAffinity
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