Hoy os hablamos de una novela fantástica publicada en 1979
que ha sido traducida a más de 36 idiomas. Es considerada un clásico de la
literatura juvenil, nos referimos a La
historia interminable, de Michael Ende.
Su argumento consigue enganchar a jóvenes y mayores: la
Emperatriz Infantil está mortalmente enferma y su reino corre un grave peligro.
La salvación depende de Atreyu, un valiente guerrero de la tribu de los pieles
verdes, y Bastián, un niño tímido que lee con pasión un libro mágico.
Es un libro fascinante, que se convirtió en todo un
acontecimiento sociológico gracias a los mensajes filosóficos relativos a la
amistad, la nada, el olvido, o la corrupción que implica el poder, que encierra.
La edición es muy cuidada, cuenta con detalles como textos separados por tintas
de diferente color que nos permiten distinguir la realidad de la fantasía, o el inicio de los
capítulos con cada una de las letras del alfabeto, el primero comienza por A,
el último por Z.
Se trata de una de nuestras novelas favoritas y si no la
habéis leído, ya estáis tardando.
La película basada en el libro se estrenó en 1984, y a pesar
de ser de producción alemana, se rodó en inglés y con las referencias de las
grandes superproducciones de Hollywood. Fue todo un éxito de público y de
crítica. Tal vez ahora esté un pelín desfasada por los avances en los efectos
especiales y en animación y porque al fin y al cabo representa el espíritu de
los 80, a menudo comprensible solo para los que vivieron los 80.
Y os estaréis preguntando por qué escribimos este artículo si
nos gusta la película. Nuestro motivo es
que para el autor de la novela, Michael Ende, la cinta fue "un gigantesco
melodrama comercial a base de cursilería, peluche y plástico".
Para Ende, el resultado no pudo ser más catastrófico y
definió la película como "una mezcla de ET y
The day after", con
"una lamentable falta de calidad, algo horroroso". Ende criticó que
Fantasía, su país imaginario, queda convertido en "un club nocturno de
grandes dimensiones", y las dos esfinges aparecen como mujeres de grandes
pechos desnudos, como bailarinas de strip tease.
Los calificativos de Ende para
los productores de la película son de un gran radicalismo. "Les deseo que
los agarre la peste. Me engañaron de mala manera, y lo que hicieron conmigo
humanamente es una canallada es una traición artística. Si estuviese en mis
manos, yo hundiría esa película en el Vesubio".
Así que ya lo veis, el libro era mejor.
- Libro
- Película: pronto tendréis disponible
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