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viernes, 27 de marzo de 2020

El libro era mejor: Frankestein


Para algunos se trata de una obra maestra del cine, pero nosotros pensamos que, a estas alturas de la película, su fama de joya del cine clásico de terror supera a su calidad.

Hoy, sin miedo, os hablamos de Frankenstein.

La versión a la que nos referimos es la dirigida por James Whale en el año 1931. En realidad, esta película no está basada en el libro de Mary Shelley, sino que es una adaptación de una obra de teatro de Peggy Webling, que a su vez estaba basada en la novela Frankenstein o el moderno Prometeo. ¿Recordáis aquel juego del teléfono escacharrado? Pues eso, una película basada en una obra de teatro basada a su vez en el libro. Es por esto que hay diferencias significativas de la película con respecto a la novela, por ejemplo, el asistente jorobado del doctor Frankenstein no es un personaje del libro, apareció por primera vez en una adaptación teatralizada.

El argumento de la película es el siguiente: el doctor Henry Von Frankenstein se embarca en un experimento tenebroso: construir, a partir de trozos de cadáveres, un nuevo ser humano. Ayudado por su criado Fritz busca en los cementerios de la localidad durante la noche para coger las partes que necesita de los cuerpos allí enterrados.

El inconveniente es que, debido a un error de su asistente, el cerebro que utiliza en su experimento había pertenecido a un criminal. Esta es la otra gran diferencia con respecto al libro. A la pobre criatura le ponen el cerebro de un asesino, como tenía poco con ser horrible y espantoso físicamente, en la película, es un ser malo.

El monstruo comienza su existencia matando al asistente del doctor Frankenstein (justicia poética por haberse equivocado al coger el cerebro), después escapa del calabozo en el que le tenían encerrado y a partir de ahí, festival de muerte y destrucción. Bueno, en realidad muerte y destrucción de la época, que gore no es. Aun así, la película sufrió la censura con la prohibición de la proyección de algunas escenas, lo cual supuso el corte de los negativos originales hecho que podía llegar a suponer la pérdida definitiva de las escenas.

En cuanto a la novela, Frankenstein o el moderno Prometeo, o simplemente Frankenstein, podemos contaros que se trata de una novela gótica escrita por la escritora inglesa Mary Shelley. Fue publicada el 11 de marzo de 1818. Y por supuesto es mejor que la película porque tiene muchísimos más matices que la versión cinematográfica. En ella se tratan temas como la moral científica, la creación y destrucción de vida y sus consecuencias.

Y si todo esto no os convence de que el libro era mejor, para rematar, la película no tiene banda sonora. Con lo importante que es la música en la vida y por supuesto, para meternos en situación en el cine.

¿Queréis ver la película ? La tenéis disponible para préstamo en la biblioteca de Educación

¿Queréis leer el libro?  Acercaos porque también está en la Biblioteca de Educaciónm

Y si os apetece echaros unas risas, no dejéis de ver El jovencitoFrankenstein, una versión más gamberra y que nos gusta más que el clásico del 31.







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