Distribución geográfica
La laurisilva es un tipo de bosque subtropical que nos recuerda cómo era el mediterráneo hace millones de años.
Durante la Era Cenozoica, hace más de 20 millones de años, estos bosques se extendían por amplias zonas de la cuenca mediterránea pero las glaciaciones de finales de este periodo desplazaron a la laurisilva hacia regiones más templadas del sur. Actualmente su presencia ha quedado reducida a las islas macaronésicas (Islas Canarias, Cabo Verde, Madeira y Azores).
Descripción
Están formados por distintas especies arbóreas de la familia de las lauráceas. Requieren un clima con precipitaciones anuales de 500 a 1.000 mm, una temperatura media de entre 15 y 19ºC y carentes de heladas. Las especies más comunes son el laurel o loro (Laurus azorica), el viñátigo (Persea indica), el til (Ocotea foetens) y el barbuzano (Apollonias barbujana). La faya (Myrica faya) y el brezo (Erica arborea) tienen también una amplia distribución y actúan como matorral de sustitución. En un ámbiente húmedo y de escasa luminosidad abundan los helechos, hongos, musgos y líquenes sobre ramas de árboles.
Estatus
Sus mejores representantes son el bosque de laurisilva de Maderia, declarado Patrimonio de la Humanidad (Unesco, 1999), el Parque Nacional de Garajonay en La Gomera (también Patrimonio de la Humanidad en 1986), el Canal y Los Tilos en La Palma (Reserva de la Biosfera, Unesco 1983) y los parques naturales de Anaga y Teno en Tenerife. En la península ibérica hay una zona de laurisilva en Andalucía, entre Cádiz y Málaga, en el Parque Natural Los Alcornocales.
(foto de Wikipedia: Gomera, autor Thorsten Bachner)
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