Mi prima Rachel fue escrita por la inglesa
Daphne du Maurier (1907-1989) en 1952, algunos años después de
Rebeca (1938), su mejor y más famosa novela.
Mi prima Rachel es también un relato de tintes góticos, de misterio y romance, una obra maestra de suspense psicológico que atrapa al lector sin que se dé ni cuenta.
Ambientada en el Cornualles tan querido a la autora de principios del XIX, nos cuenta la historia de Ambrose Ashley, un próspero hacendado, que vive en una feliz soledad plenamente masculina junto a su primo, Philip, quince años menor y su futuro heredero. Por problemas de salud, Ambrose acaba viajando a Florencia donde, repentinamente, contrae matrimonio con una condesa viuda y arruinada, medio pariente suya, Rachel Sangaletti. La noticia sorprende a sus allegados, quienes poco después se enteran de que ha muerto. Philip, mientras tanto, había ido recibiendo algunas cartas de Ambrose, cada vez más confusas y desesperadas, hasta pedirle finalmente que vaya a verle con urgencia pues teme estar siendo envenenado por su esposa. Philip viaja precipitadamente a Florencia, aturdido por el golpe y con la pretensión de desenmascarar a la culpable. Sin embargo, cuando llega ella se ha marchado ya. De nuevo en Inglaterra, Philip intenta volver a la normalidad mientras espera a que pasen los pocos meses que restan para que cumpla los veinticinco años y se convierta en el heredero de Ambrose.
De pronto, vuelve a saber de Rachel, quien quiere visitarle so pretexto de entregarle los recuerdos de su difunto esposo. Philip, lleno de resentimiento, accede con la intención de acusarla de la muerte de su primo, pero cuando se encuentran nada resulta como esperaban. A partir de aquí, la actitud de Philip hacia Rachel dará un vuelco, hasta caer rendidamente enamorado de ella. Sin embargo, las circunstancias vuelven a cambiar cuando Philip descubra ciertas facetas del carácter de Rachel que le llevan a pensar que Ambrose quizás tuviese razón sobre su esposa...
Relatada de forma ambigua, con numerosos y sorprendentes giros, los dos caracteres principales sobre los que se sustenta la historia están descritos con magistral penetración psicológica: Philip es un joven ingenuo y apasionado, sin mundo ni experiencia, criado por un solterón algo misógino; por su parte, Rachel es una mujer diez años mayor, experta y con un pasado tormentoso, que no duda en manipular las situaciones en su provecho. Pero ¿es también una fría y calculadora asesina, una viuda negra que ha enterrado ya a dos maridos o sólo una mujer que desea ser independiente económicamente y poder vivir libre, sin tener que someterse a la voluntad de ningún hombre?
Al igual que otras obras de su autora ("Rebeca", "Los pájaros" o "La posada de Jamaica", que Hitchcock llevó exitosamente a la gran pantalla),
Mi prima Rachel ha sido adaptada para el cine en dos ocasiones, la primera en 1952, con Olivia de Havilland y Richard Burton y en 2017 con Rachel Weisz y Sam Clalfin en los principales papeles. Esta
última versión es bastante fiel a la novela salvo en su parte final, donde el director y guionista Roger Michell se toma algunas licencias con idea de aclarar los hechos, pero sin mucho éxito. No obstante, es una película de magnífica ambientación, que mantiene el pulso narrativo, destacando las interpretaciones de la pareja protagonista, que sabe mostrar los matices de unos personajes antagonistas y complejos, especialmente Rachel, cuyas verdaderas intenciones permanecen en la sombra, constituyendo así la esencia de la trama.
Imagen: FilmAffinity
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