Amazon llega a España

Al final ha llegado: desde ayer 14 de septiembre Amazon ha desembarcado en España. Esto significa que suma a su mercado un potencial de 500 millones de lectores.

"Cada día es como un nuevo comienzo". Así se refería Greg Greeley, vicepresidente de Amazon para Europa, al esperado comienzo de la sucursal que desde hace apenas unos días opera en España.

Amazon nació en 1995 en Seattle en un garaje, dato que no resulta curisoso ya que es el caso de otros emporios y multinacionales que controlan los mercados y las bolsas hoy día. La mayor librería en línea cuenta con un dispositivo de lectura propio, Kindle, y una tableta a punto de ver la luz. Es también, una de las responsables del apogeo de los lectores de libros electrónicos de segunda generación. Además, forma parte del pequeño grupo de empresas digitales que no para de explorar nuevas posibilidades.

El establecimiento en nuestro país de Amazon, Google y Apple (AGA) está cambiando el mundo editorial. Greeley no ha desvelado el tipo de acuerdo al que se ha llegado con editoriales y distribuidoras españolas, con las cuales Amazone lleva negociando desde el pasado mes de julio.

Es inevitable darse cuenta de que la conversión digital en el sector del libro, fuerza a editoriales y librerías a agilizar su adaptación al momento que vivimos si quieren evitar su desparición, como ha sido el caso de algunos grupos editoriales en Estados Unidos.

Estas tres compañías son uno de los principales impulsores del cambio en la cadena de valor del libro. Esto se debe a que han ido un paso más allá para lograr su objetivo: controlar varios pasos del proceso editorial hasta llegar al lector. Este paso significa el primero hacia nuevos espacios de relación entre el libro y el lector en la sociedad de la información y el conocimiento.

En España, las cifras de ventas de libros electrónicos están muy por debajo de las norteamericanas. La Asociación de Editores de Estados Unidos daban a conocer las siguientes cifras de ventas para el año 2011: los libros electrónicos han sufrido un aumento del 161% con respecto al año anterior; mientras los libros impresos no dejaban de caer en sus ventas (en un 64% los de tapa blanda y un 25% los de tapa dura).

En cambio, en nuestro país no se venden muchos dispositivos de lectura: esto se debe a que el porcentaje de personas que leen libros suficientes al año como para que les compense comprar un lector especializado es bajo (el 58% dice leer y la media de libros leídos al año es de 9,6). A pesar de estos datos, se espera un notable cambio en la comercialización de los dispositivos de lectura cuando el proceso de digitalización alcance a los libros de texto. Será en este punto cuando se haga palpable el cambio real.

Después de analizar estos datos sobre la era digital, es evidente que los verdaderos avances no están solo en desarrollar nuevas tecnologías y en el asentamiento de las estructuras digitales, sino en alcanzar la convivencia entre los mundos antiguo y emergente.

Situaciones similares de desafío en el mundo de los libros y la palabra escrita ya se han vivido. El cambio ya se vivió durante el Imperio Romano en torno al rollo en papiro cuando apareció el códice en pergamino. Y treinta y cinco siglos después, el libro sigue adaptándose para convertirse en electrónico después de pasar por las tablillas, el rollo de papiro, el códice y el libro impreso de Gutenberg.

El mayor reto del sector es afrontar esta metamorfosis tecnológica y adaptarse a los nuevos tiempos revolucionando el modelo editorial hasta ahora conocido.



Fuente: artículopublicado en El País el día 3 de septiembre de 2011.
Imagen tomada de El País y títulada La evolución del libro, en 35 siglos, y su eclosión en su quinta mutación, la electrónica, vista por Mr.Oso.