1.El crecimiento continuado de revistas científicas en Humanidades y Ciencias Sociales
En los últimos años se han creado 82 nuevas revistas científicas en Humanidades y Ciencias Sociales. Esta cifra llama la atención teniendo en cuenta la superpoblación de revistas que ya se editan en estas disciplinas. Además, la falta de recursos (más pronunciados en esta época de crisis) ha llevado a un aumento en la falta de profesionalización de estas revistas.
Por otro lado, sería necesaria la internalización de la actividad científica, para lo que sería conveniente publicar en revistas internacionales no editadas en España. Si contamos con todas estas razones, ¿por qué sigue aumentando el número de publicaciones científicas?
Algunas de las razones a las que podríamos aludir serían las siguientes:
-Una relativa facilidad de publicación.
-Las largas listas de espera en las revistas mejor posicionadas para publicar.
-Que la edición de una revista científica reduce, en algunos casos, la carga docente y otras actividades de gestión para los académicos en las universidades y centros de investigación y contribuye a mejorar los indicadores de las propias universidades y centros de investigación.
-La existencia de revistas que pertenecen a determinados enfoques y escuelas y partidos políticos, que las convierten en espacios cerrados a investigaciones que no sigan sus mismas corrientes.
Quizá una solución sería la de seguir la estructura de las revistas internacionales más profesionalizadas, en las que uno o dos editores principales dirigen a un equipo de editores asociados, dispersos geográficamente. de esta manera, se podría transformar el funcionamiento de las revistas científicas y promover su profesionalización, en lo que supone aumentar su carga científica frente a su carga ideológica.
2. Acercamiento de Elsevier a las revistas españolas
El sector público es el predominante en la publicación de revistas de Humanidades y Ciencias Sociales en España, a diferencia de lo que ocurre en otros países.
Las revistas españolas, han llevado a cabo muchos esfuerzos para mejorar la calidad y adaptarse a las prácticas internacionales. Sin embargo, estas prácticas no son, a veces, las adecuadas y por ello, las revistas españolas, en su mayoría, no llegan a conseguir situarse en las posiciones más altas de los rankings internacionales. Cuando alguna revista, si que lo ha conseguido, ha sido bajo el paraguas de alguna institución pública que aporta infraestructura, presupuesto y una profesionalización de la edición. Una vez que logran cierto nivel de reconocimeinto, es cuando Elsevier u otros grandes grupos editoriales se acercan a ellas.
Lo importante de esto es que algunas publicaciones pagan precios realmente abusivos a cambio del "sello Elsevier", el alojamiento de las revistas en su sitio web y algunas tareas técnicas realizadas por el gigante editorial. Se produce así una especie de cesión del trabajo y los recursos públicos invertidos en la edición de una revista a una empresa editorial. (unos hacen el trabajo editorial y otros lo venden como cualquier producto), donde lo importante son los beneficios.
3. “Divorcio” de Elsevier de 12.800 investigadores
Y mientras todo esto sucede, está apareciendo un movimiento contra Elsevier "la primavera académica”, protagonizado por miles de investigadores de todo el mundo.
El origen lo encontramos en el blog del matemático Timothy Gowers de la University of Cambridge, que criticaba al grupo editorial por el aumento desorbitado de los precios de las revistas, las condiciones impuestas a las bibliotecas para adquirir los títulos de revistas que les interesan y, por apoyar iniciativas como la Research Works Acts, que supone un paso atrás en el acceso abierto a la literatura científica.
Este blog dio lugar a la creación de una página diseñada por el también matemático Tyler Neylon, encargada de recoger firmas de académicos que pueden manifestar su decisión de no enviar sus trabajos de investigación a revistas editadas por Elsevier.
Los efectos sobre Elsevier no se han hecho esperar y por ejemplo, entre otras cosas, ha caído en picado el valor de sus acciones.
Llama la atención que, mientras que la prensa extranjera se ha hecho eco de esta noticia, en España apenas ha tenido repercusión mediática.
Además, resulta paradójico que esto suceda mientras la Unión Europea abogan claramente por el acceso abierto para toda la investigación financiada con fondos públicos, mientras en América Latina se defienden medidas de impacto que no estén vinculadas a fuentes cerradas como WoS o Scopus y mientras The cost of knowledge sigue aumentando en firmas.
La referencia del artículo es: Giménez-Toledo, Elea. “Revistas científicas en 2012: trilogía para la reflexión y la acción”. Anuario ThinkEPI, 2013, v. 7
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