Contemplado desde variadas perspectivas (jurídica, económica, social...), una de las más relevantes es la educativa ya que la educación, como señalan Javier Murillo y Pilar Aramburuzabala, puede tener un papel importante en la construcción de una sociedad más justa, pero también en el mantenimiento de las desigualdades. La educación por sí sola difícilmente puede cambiar la sociedad, pero sin ella es imposible hacerlo por lo que, ante esta realidad, una educación enfocada a cambiarla se convierte en una necesidad ante una sociedad cada vez más injusta y en la que la economía de mercado, la crisis y la globalización hacen que las inequidades por clase social, cultura, capacidad o género se acrecienten día a día.
Uno de los grupos de investigación de la UAM, bajo la denominación Cambio Educativo para la Justicia Social (GICE), se constituye en junio de 2009 como una comunidad profesional de aprendizaje con el objetivo de contribuir a alcanzar una educación de calidad para todos y todas, justa, inclusiva y comprometida socialmente, que eduque desde y para la diversidad, y generadora de espacios de socialización y formación académica, cultural y ética. El grupo edita además desde 2012 la Revista Internacional de Educación para la Justicia Social (RIEJS), para la difusión de investigaciones que entienden la educación como un motor de transformación social. Esta revista puede consultarse en acceso abierto en el repositorio institucional de la UAM, Biblos-e Archivo.
Fuente: MURILLO, F.J.; ARAMBURUZABALA, P. Aprendizaje-servicio y justicia social. Cuadernos de Pedagogía. Noviembre 2014, núm. 450, pp. 50-53. ISSN 0210-0630.
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