Seguimos con nuestra campaña de comunicación de apoyo al investigador.
El marquetin profesional es imprescindible. El investigador tiene que trabajar su visibilidad porque si se le conoce tiene más posibilidad de que se le cite y se le presenten más oportunidades profesionales.
Como primera medida, el investigador debería tener su web como escaparate de su trabajo, preferentemente publicado en el dominio de una universidad. Además, es aconsejable tener presencia en otras webs desde las cuales podemos poner enlaces, como un blog o una página personal.
Entre las medidas para cuidar la reputación profesional están la de inscribirse y tener actualizado el perfil en las redes académicas, destacamos:
Otras redes sociales académicas:
- Academia.edu: almacena documentos que se introducen manualmente o a través de otras fuentes. Se puede ver el número de veces que se ha visto un documento mediante sus estadísticas.
- ResearchGate
- Mendeley: los documentos se añaden de forma manual o desde Google Scholar. Permite la creación de grupos de debate.
- Google académico: genera un currículo-perfil del investigador a través de los documentos de un autor indexados en Google Scholar, ofreciendo un listado de publicaciones y sus citas. Permite editar los registros.
Otras redes sociales académicas:
- CiteULike
- F1000
- Social Science Research Network
- Disease Maps (conecta personas con enfermedades raras)
- Omérula (red de enfermeros investigadores)
- Ippok (para toda la comunidad sanitaria)
- Figure 1 (instagram de las imágenes médicas).
Por qué tener un perfil en las redes sociales académicas
La difusión de la producción científica está cambiando: ya no se hace solo a través de bases de datos bibliográficas, recursos electrónicos o portales de editoriales. A esos canales tradicionales se suma la promoción a través de las redes sociales, tanto generales (facebook y twitter) como sitios especializados (academia.edu, ResearchGate o Mendeley).
La difusión de la producción científica está cambiando: ya no se hace solo a través de bases de datos bibliográficas, recursos electrónicos o portales de editoriales. A esos canales tradicionales se suma la promoción a través de las redes sociales, tanto generales (facebook y twitter) como sitios especializados (academia.edu, ResearchGate o Mendeley).
- Para dar a conocer nuestra actividad investigadora
- Para incrementar la visibilidad de nuestra investigación
- Para tener más posibilidades de ser citado
- Para corregir errores de identificación en nombres de autor o de institución
- Para contactar con otros investigadores afines
- Para tener más oportunidades de acceso a financiación pública
2 comentarios:
Hola,
Yo creo que también puede ser interesante que los investigadores participen en alguna red social científica especializada en su área. Uno de los campos con mayor oferta es el de la medicina que cuenta con opciones como: Disease Maps (conecta personas con enfermedades raras), Omérula (red de enfermeros investigadores), Ippok (para toda la comunidad sanitaria) o Figure 1 (instagram de las imágenes médicas).
Si os apetece, os invito a echar un vistazo a éstas y otras opciones en la sección "Redes sociales científicas" de mi blog "Social Media en Investigación".
Un saludo,
Lydia Gil
Gracias por el comentario y la sugerencia.
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