Ahora, con la irrupción de las nuevas tecnologías e Internet, aparecen nuevos derechos que nunca antes se nos habían planteado. Cada vez es más fácil encontrar información sobre cualquier cosa, e incluso acceder a datos personales tanto a través de las redes sociales como páginas que se dedican a recopilarlos. Para protegerse frente a la inmensidad que supone la red de redes ha surgido el ‘derecho al olvido’.
El derecho a olvido, cercano al derecho al honor y la intimidad, consiste en permitir a las personas borrar parte de su pasado de cualquier tipo de lugar en Internet. Se ha hablado mucho de ello en el ámbito de las redes sociales pero también puede trasladarse a cualquier rincón de la red. Por ejemplo, cuando una persona se considera perjudicada porque una noticia o documento, como una sentencia, siga viva en la red a pesar de que las circunstancias han variado, y solicita su retirada. En este caso entra en juego el derecho a la información. Y es que no está claro quién debería eliminar esa información. La Agencia Española de Protección de Datos considera que no puede obligarse a la fuente de la noticia o documento a retirarla porque ello alteraría el propio historial y se dirige al buscador para que deje de presentar el enlace. Sin embargo, buscadores como Google sostienen que su tarea es rastrear lo que ofrece la red y listar lo que existe, no censurarlo, e instan a los medios digitales a bloquear el acceso de buscadores a dicha información.
El derecho al olvido en las redes sociales no da lugar a tantas interpretaciones pero no por ello resulta menos complicado. Los usuarios que se dan de alta en una red social pueden retirar su información en cualquier momento, siempre que den con la fórmula de cómo hacerlo. Las redes sociales presentan a los usuarios múltiples facilidades para que se inscriban a ellas, pero cuando deciden darse de baja se encuentran con más obstáculos de los que debería haber. Y en el mejor de los casos, conseguirían borrar su información pero no la copia que se guarda la empresa. Por lo tanto, lo que se pide es que, del mismo modo que se tiene la potestad para decidir qué información subir, se debería poder decidir cuándo borrar. Las redes sociales y en general cualquier otro servicio que guarde nuestros datos, debería permitir dicho borrado sin hacer copia de los mismos.
En este sentido, la Unión Europea ya se ha pronunciado y ha anunciado que pronto habrá una ley que garantice el derecho al olvido en redes sociales. Bruselas les exigirá una mayor transparencia, y estarán obligadas a informar a los usuarios sobre los datos que recogerán, con qué objetivos, cómo pueden ser usados por terceras partes y cuáles son los riesgos para que no pierdan el control sobre su información personal. Además, obligará a que establezcan la configuración de privacidad por defecto, para evitar la recogida de datos a través de aplicaciones de software, y que nadie publique sus datos personales por el desconocimiento de la herramienta.
Todavía no se sabe para cuándo entrará en vigor esta ley. Mientras tanto, tanto la AEPD y asociaciones de internautas recomiendan no subir información a la red que no queramos que sea vista, y controlar los datos personales que puedan ser publicados por terceros. Además, está la opción de utilizar la ‘suicide machine’ (máquina de suicidio) una herramienta que se encarga, a petición del usuario, de rastrear sus perfiles en redes sociales y darlos de baja de manera inmediata y sencilla, borrando todos los datos personales. Como era de esperar, portales como Facebook ya han tomado medidas para ‘protegerse’ frente a este tipo de iniciativas.
¿Y tú qué opinas del derecho al olvido? ¿Tienes controlada la información que hay Internet sobre ti?
Más información:
Las reclamaciones sobre el 'derecho al olvido en Internet' aumentan un 56% en 2010 (El País, 24/05/2011)
La UE garantizará por ley el 'derecho al olvido' en las redes sociales (RTVE, 16/03/2011)
El 'derecho al olvido' llega a la Audiencia Nacional (El País, 17/01/2011)
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