miércoles, 25 de noviembre de 2020

Publicado el 11/25/2020 05:00:00 p. m. por con 0 comentarios

Profesionales del crimen (10): Clave Matisse (Reyes Calderón, 2018)

 

"A estas alturas de milenio, los antiguos odios deberían haber caducado. Deberían. Es este un deber difuso, voluntarista y perezoso a la vez. Como esos eternos propósitos de principios de año: dormir más, comer menos, dejar de fumar, viajar en pareja o disfrutar del silencio. Deberíamos. Pero fumamos y odiamos, y nos encerramos en casa: como en el 42." Reyes Calderón


Que la novela negra-policíaca-criminal-de misterio, está de moda es un hecho claro. En los últimos tiempos ocupan durante semanas los primeros puestos de las listas de ventas desde el momento en que las librerías los colocan en las estanterías. Desde luego, es bueno para los autores y bueno para toda la industria editorial. 

El poeta cubano José Martí decía que en la vida hay que tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. Habría que añadir "y una novela negra". En el mar de la sobreabundancia de títulos del género, parece haberse abierto la competición por la escabrosidad y la casquería descriptiva. Las tramas se construyen adornadas con el regodeo en los detalles más crueles y asquerosos, lo que parece darle más entidad y potencia tanto a la novela, como al género. Sin embargo creo que, en proporción semejante, ha ido disminuyendo el sustrato, la transcendencia del género.

La novela de hoy me ha devuelto la esperanza en este tipo de narrativa. Reyes Calderón ha dado vida a un personaje muy sólido y creíble, encarnado en la figura de una mujer pelirroja, jueza de profesión, personalidad peculiar, completamente verosímil: la jueza MacHor. 

Ella es la protagonista de una saga que ya cuenta con siete títulos. Clave Matisse es el último publicado hasta la fecha. La trama arranca con una cena en su casa, con dos amigos y compañeros de trabajo de Jaime, su marido. Después de despedir a los invitados, se da cuenta de que la pulsera que llevaba puesta para la ocasión, ha desaparecido. Días después, alguien ha entrado en el piso y se ha llevado una copia de un Matisse. La pulsera y el cuadro tienen que ver con la historia de la familia de Jaime. A partir de aquí, la historia discurrirá entre los ambientes del tráfico de arte, viejos y nuevos nazis y un asesinato en la entrega de los premios Nobel.

Las dos voces narrativas de la novela son la de la jueza y la de su marido. Ellos tratarán de desentrañar el misterio que no sólo les ha dejado sin esas piezas, sino que parece que les está despojando de sus vidas. Todo ello pondrá a prueba la relación de la pareja, que se tambalea por los envites de la desconfianza, de la verdad y las mentiras. 

La novela no tiene fisuras. Argumento bien trabado, atmósfera coherente, lenguaje preciso y elegante y, en mi opinión, lo más sobresaliente: los personajes, definidos desde el inicio y perfectamente moldeados a lo largo de todo el desarrollo. Merece mucho el tiempo dedicado a su lectura.

Foto de la cubierta: Planeta

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