¿Te gustó la primera temporada de "True Detective"? Entonces puede que "Galveston", la primera y, de momento, única novela de Nic Pizzolatto ―el afamado showrunner de la serie―, se convierta en una de tus novelas negras preferidas. Una novela negra ―negrísima en determinados momentos― que tiene con "True Detective" numerosos puntos en común, desde la ambientación y las localizaciones de Nueva Orleans hasta la fragmentación del tiempo narrativo.
Con una gran cantidad de influencias literarias a sus espaldas ―con especial mención a James Lee Burke―, "Galveston" no inventa nada, pero lo que pretende ―y en el intento encuentra su propia voz― lo ejecuta a la perfección, y con una elegancia de estilo que cuesta trabajo pedirle más a una ópera prima como ésta, donde la querencia por el lenguaje, a través de una lírica prosa nada desdeñable, se distancia de los cánones de la novela policiaca.
Estamos ante un drama introspectivo de corte oscuro que se vale de una inteligente mezcla de géneros, donde lo importante, más que la trama o la acción externa ―que no hay tanta―, son los personajes, el reflejo de sus tensiones interiores, enmarcados en un violento y opresivo ambiente físico y mental determinantes. Antihéroes y perdedores a los que la única salida que les resta es recuperar su dignidad perdida en una road movie en la que redimirse de sus pecados.
Un mandamiento nuevo os doy: "Galveston", de Nic Pizzolatto.
Autor: Miguel Pérez Recio
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