miércoles, 17 de octubre de 2018

Publicado el 10/17/2018 11:00:00 a. m. por con 0 comentarios

Profesionales del crimen (1): El largo adiós (Raymond Chandler, 1953)


“… cuando acaben conmigo un día en un callejón oscuro, si es que eso sucede, como le puede ocurrir a cualquiera en mi oficio, y a otras muchas personas en cualquier oficio, o en ninguno, en los días que corren, nadie tendrá la sensación de que a su vida le falta de pronto el suelo”

Este es Philip Marlowe y así se presenta al mundo.  Lobo solitario al que le gustan el whisky, las mujeres y el ajedrez; posee, además, un punto canalla con tendencia a la melancolía y el idealismo. Él es, en definitiva, El Detective. 

El escritor Raymond Chandler (1888-1959) da vida a este cínico y obstinado investigador privado cuyo sentido de la lealtad y la justicia hunden raíces muy profundas en su personalidad. 

El largo adiós, publicada en 1953, ocupa el sexto lugar, de un total de siete novelas protagonizadas por Marlowe. Autor y crítica coinciden en calificarla como la mejor de su producción literaria. Ambos tienen sus códigos… en cualquier caso, estamos ante una novela redonda, auténtico manual del hardboiled

Sus personajes parecen trazados con tiralíneas, los diálogos son tan contundentes como creíbles y las descripciones, de una precisión milimétrica. La expectativa de tener entre las manos alta literatura no se verá truncada transitando por las páginas de esta novela.

Es el propio Philip Marlowe quien narra la historia. Una millonaria heredera de un magnate de la prensa es asesinada brutalmente. Terry Lennox, su marido, se dibuja como el principal sospechoso cuando huye a Méjico, antes de que el cadáver sea descubierto. Pero Lennox se suicida poco tiempo después de su marcha y deja escrita la confesión del asesinato de su esposa. Caso cerrado… 
No para Marlowe, que le ha ayudado en la huida, convencido de su inocencia. Empeñado en demostrarlo, pese a las amenazantes sugerencias para que olvide el caso, se verá envuelto en situaciones complicadas y no carentes de peligro, hasta poder aclarar lo que, en realidad, ocurrió.

Aunque la música no aparece en ninguno de los escenarios de la novela y quizá este género maridara mejor con una jam session, cuando el desenlace está próximo, hacia el capítulo cuarenta y tres, es el momento de pulsar play en el reproductor: suena Scherza Infida, subyugante aria de la ópera barroca Ariodante. Interpreta, el ruiseñor de la lírica, Philippe Jaroussky. Broche de oro para el sorprendente final de la historia que el otro Philip nos narra.

Con esta obra iniciamos una nueva campaña cuyo hilo conductor será la novela negra, aquella que refleja el mundo profesional del crimen. Pretendemos darle un sitio a un género literario no siempre bien atribuido, quizá desdibujado por el tiempo y el brillo de los intereses editoriales. El deseo es que disfrutemos todos con la buena literatura y las historias que en ella se nos descubren. 

¡Feliz lectura!

Imagen: todocoleccion.net
Vídeo: YouTube

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