Desde entonces han transitado por sus salas, utilizado sus fondos y estudiado en ella muchos usuarios que le siguen teniendo un afecto especial, pues aunque no es la más grande ni la más moderna del campus de la Universidad Autónoma de Madrid, tiene un encanto particular.
Alguien dijo una vez que era una biblioteca muy fotogénica porque "daba" muy bien en las fotos, pero por supuesto es mucho más que eso: es dinámica, heterogénea, ortodoxa y a veces heterodoxa; siempre está reinventándose, aunque por aquello de que "es de letras" a veces le cuesta un poco más adaptarse a ciertas modernidades, pero no por eso se queda atrás.
Le deseamos una larga vida y que sus usuarios la sigan disfrutando por muchos años.
¡Felicidades!
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