Este mes, en la sección de noticias económicas destacadas, tras comentar en los últimos meses la de empleo o de los primeros billetes de plástico os traemos una noticia estadística relacionada con el uso de antibióticos.
El pasado viernes 18 de noviembre, se celebró el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos. Una de las mayores amenazas sanitarias que se ciernen sobre la Humanidad es la aparición de bacterias patógenas (causantes de enfermedades) inmunes a los tratamientos con antibióticos. Durante milenios, el ser humano se ha visto afectado por enfermedades como la neumonía, la tuberculosis o la gonorrea. Sin embargo, en el siglo XX, los científicos fueron capaces de sintetizar sustancias como la penicilina y los antibióticos, que acaban con estas bacterias en nuestro organismo. Esto permitió, por primera vez en la Historia, curar e incluso erradicar enfermedades que mataban a millones de personas.
El problema que, actualmente, está poniendo en jaque a los sistemas sanitarios de todo el mundo es que, por el uso inadecuado o irresponsable de estos medicamentos, están surgiendo variantes de estas bacterias que son inmunes a los efectos de los antibióticos, lo cual, si no se soluciona a tiempo, hará desaparecer décadas de avances médicos (El País, 18/11/2016) y muchas infecciones, que hoy son un problema de salud menor, se volverán mortales.
A ello se sumará un dramático aumento del gasto sanitario que, según prevé el ex economista jefe de Goldman Sachs, Lord Jim O’Neill, ascenderá en 2050 al 3% del PIB mundial (El País, 23/06/2016).
Por ello, es de suma importancia la concienciación de los ciudadanos contra el uso inadecuado de los antibióticos, para intentar que, en el mayor número de casos, y durante el mayor periodo de tiempo posible, sigan siendo efectivos.
En consecuencia, en este artículo se exponen los datos aportados por encuestas realizadas recientemente entre la población española, para comprobar el grado de conocimiento de los españoles sobre este problema, y si existe un adecuado compromiso de la ciudadanía para combatirlo.
Los datos de las encuestas, que han sido realizadas por la Comisión Europea, se han obtenido a través la nueva base de datos Statista, disponible en el listado de bases de datos de la página web de la biblioteca de la UAM.
Una de las primeras conclusiones que se extraen del informe de la CE es que, para obtener información sobre el uso de antibióticos, una inmensa mayoría de los españoles (92%), confía en un doctor en medicina. Por detrás, y en mucha menor medida, los españoles confían en otros profesionales o instituciones de la salud, como centros hospitalarios (16%), farmacias (23%), enfermeras (11%) u otros trabajadores sanitarios (16%). Un 9% conceden credibilidad a Internet, mediante páginas web de instituciones oficiales (Ministerio de Sanidad, Cruz Roja, universidades…). En el lado opuesto, casi nadie recurre a la televisión o personas conocidas.
Esta confianza en los profesionales sanitarios concuerda también con que la mayoría (un 94%) de los encuestados que habían consumido antibióticos los habían obtenido a través de un facultativo. Este dato es prácticamente igual al de la media de la UE-28 (93%).
A pesar de que es positivo que los pacientes sigan, por lo general, las instrucciones de los expertos, es preocupante que exista una gran desinformación sobre el uso de antibióticos y los graves riesgos de su empleo incorrecto. Así, todavía un 14% de los españoles (15% de los europeos) desoye las instrucciones de su médico y deja de tomar los antibióticos cuando se siente recuperado de los síntomas de su dolencia, en lugar de al término del tratamiento.
Peor aún, quienes, en España, manifiestan desconocimiento, o incluso una creencia completamente errónea sobre el uso de antibióticos, son más de la mitad de la población. Así, un 48% de los encuestados cree que los antibióticos “matan” virus, frente a sólo un 37% que es consciente de que esto es falso. Tampoco llegan a la mitad los que saben que, frente a enfermedades como la gripe o los resfriados, los antibióticos son inútiles. Mucha más concienciación colectiva, aunque con lagunas, demuestran datos como que un 85% de las personas saben que el uso incorrecto de los antibióticos los vuelve inefectivos, o que su consumo tiene efectos secundarios, como la diarrea (70%). Parece, por tanto, que la mayor parte de la población sabe que existe un problema con el consumo incorrecto de los antibióticos, pero hay poco conocimiento sobre cuál es ese consumo incorrecto.
Finalmente, en el momento de atribuir la responsabilidad de luchar contra la amenaza de las bacterias resistentes, un gran número de españoles (40%) la atribuye a instituciones comunitarias o mundiales, seguidos de los que creen que es competencia estatal o autonómica (24%). Otro notable 18% atribuye esa responsabilidad a la acción individual o familiar. Finalmente, un 6% considera que es necesaria la acción en el nivel administrativo que corresponda a cada caso particular. No se debe obviar a casi una octava parte de los encuestados, que no saben cuál es la mejor estrategia.
NOTA: Todos los datos estadísticos que se ofrecen en este artículo tienen como fuente la página web del INE (Instituto Nacional de Estadística), para realizar un análisis similar a nivel europeo o mundial, las bases de datos más indicadas serían Euromonitor, Eurostat o Banco Mundial.
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