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Dibujantes
y grabadores serán dirigidos por los propios botánicos.
Un equipo de
profesionales vinculados a la
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
fueron los encargados de los grabados e iluminación de las láminas
de la Flora.
Intervinieron en el proceso 51 grabadores que realizaron
las 325 estampas que
acompañan las 751 descripciones botánicas de la que es,
sin duda, una de las
obras científicas más bellas de la imprenta española.
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Durante el siglo XVIII
fueron llevados a cabo ambiciosos proyectos de exploración con el respaldo oficial de los gobiernos. Con el
patrocinio de Carlos III, Hipólito Ruiz
y José Pavón, comienzan uno de los proyectos más importantes y ambiciosos de la
Historia Natural española: La expedición botánica a Perú y Chile. Duró más de diez años. Durante este tiempo,
los botánicos españoles recogerán información de gran número de especies
vegetales que quedarán plasmadas en bellísimos dibujos y grabados.
A su vuelta a España, los botánicos y pintores que habían
participado en la expedición comienzan a trabajar sobre los materiales
recolectados. En 1792 ocupan una sede propia, “la Oficina de la Flora
americana” para cobijar las colecciones
de historia natural procedentes de las expediciones y facilitar así su
publicación.
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