La isla de Alice, finalista del Premio Planeta 2015, es una historia de superación, mezcla de intriga, viaje psicológico y encuentro con uno mismo.
Su protagonista es Alice, una joven americana, casada con el amor de su vida, Chris, con una hija de seis años, embarazada de otra, desarrollando la profesión de sus sueños, maestra, cerca de su familia, con un entorno social y de amistades muy consolidado. En definitiva, con una vida perfecta.
Sin embargo, una noche recibe una llamada donde todo su mundo se da la vuelta. Lo que antes era una puzzle perfectamente ensamblado, se convierte en sorpresa, rabia, miedo, incertidumbre, tristeza, ….. y mucha, mucha curiosidad. Chris muere en un accidente de coche en un lugar sospechosamente lejos de donde debía estar.
Ahí comienza un nuevo y complicado viaje para Alice. Reconstruye el último viaje de Chris hasta llegar a Robin Island en Cape Cod (Massachusetts) y allí se pregunta: “¿Qué hacía Chris en esa isla?”. Alice, en el medio de la marea de emociones que supone la pérdida de un ser querido e intentando asumirlo, se obsesiona con esta pregunta y empieza a preguntarse si su “perfecta” vida quizá no fue tan perfecta. Además experimentará nuevas emociones y se enfrentará a situaciones que anteriormente jamás habría imaginado.
Para su autor, Daniel Sánchez Arévalo, director de cine con películas como Primos, Gordos o La Gran Familia Española, esta es su primera novela de adultos. Empezó siendo un guión de cine que acabó convertido en novela, donde se inspira, una vez más, en las contradicciones de la vida para elaborar su trama. Según sus propias declaraciones en El País, se trata de una obra con una parte de autobiografía, ya que había sufrido recientemente la pérdida de un conocido muy próximo personal y familiarmente.
El autor, a través de su protagonista y de la relación de esta con su padre, hace un guiño a La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson, la novela de aventuras juvenil preferida del padre de Alice, con quién tiene una relación muy especial. Así es como empieza la obsesión y la búsqueda de la verdad sobre el viaje de Chris, al igual que Jim Hawkins se obsesiona con encontrar el tesoro enterrado por el capitán Flint, un pirata sanguinario y muy rico, que esconde el fruto de sus piraterías en una isla dejando como único testigo de su ubicación el mapa del tesoro.
Hasta aquí lo positivo, que es mucho. Sin embargo, una parte de la crítica, y según la opinión de quién escribe estas letras, a la novela le sobran varias páginas ya que el autor proporciona excesivos datos técnicos sobre las cámaras de fotos, vídeos y micrófonos que compra la protagonista para realizar sus investigaciones, o se entretiene mucho en describir algunos de los múltiples paseos por la isla sin aportar ninguna información.
Con lo positivo, y con lo que no lo es tanto, os recomiendo que leáis esta novela y que saquéis vuestras propias conclusiones. Espero que os guste.
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