El viaje de Chihiro es una película japonesa de animación producida en el año 2001 y dirigida por Hayao Miyazaki. Ganó el Oscar a la mejor película de animación y el Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlin, siendo la primera (y única) película de animación en ganar este certamen. Estos éxitos reflejaron que la película superaba ampliamente el encajonamiento en la categoría de cine infantil. Esa consideración continúa hasta la fecha: en agosto de 2016 fue elegida por la BBC como la cuarta mejor película del siglo XXI.
Tras haber elaborado La princesa Mononoke, Miyazaki se inspira en la hija de 10 años de un amigo con el que pasaba las vacaciones en una casa de montaña. De ahí surgió el personaje Chihiro, una niña que abruptamente se encuentra atrapada en un mundo mágico poblado de seres extraños. En ese momento van apareciendo ante nuestros ojos fantásticos espíritus, juguetones e incomprensibles. Los árboles, las piedras, el hollín cobra vida y en buena parte ese es uno de los aspectos más atractivos de la película: la desbordada imaginación y expresión de la cultura popular japonesa.
Chihiro es una niña cabezota de diez años enfadada con sus padres por tener que mudarse de casa. Cuando se dirigen a su nueva casa, se equivocan de camino y, a través de un túnel, encuentran un pueblo fantasma en donde disfrutan de un banquete. Mientras los padres se ponen a comer, Chihiro ve como se convierten en cerdos. Empieza entonces la aventura de la niña para recordar a sus padres y el mundo al que pertenece, luchando contra el olvido. Se pone en juego su fuerza de voluntad y su capacidad de adaptación ante situaciones adversas y difíciles de comprender.
Como nos tiene acostumbrados, la animación de Miyazaki es primorosa y delicada, creando una atmósfera onírica e hipnótica. La música compuesta por Joe Hisaishi es un elemento vital en la configuración de ese fantástico ambiente.
Tras haber elaborado La princesa Mononoke, Miyazaki se inspira en la hija de 10 años de un amigo con el que pasaba las vacaciones en una casa de montaña. De ahí surgió el personaje Chihiro, una niña que abruptamente se encuentra atrapada en un mundo mágico poblado de seres extraños. En ese momento van apareciendo ante nuestros ojos fantásticos espíritus, juguetones e incomprensibles. Los árboles, las piedras, el hollín cobra vida y en buena parte ese es uno de los aspectos más atractivos de la película: la desbordada imaginación y expresión de la cultura popular japonesa.
Chihiro es una niña cabezota de diez años enfadada con sus padres por tener que mudarse de casa. Cuando se dirigen a su nueva casa, se equivocan de camino y, a través de un túnel, encuentran un pueblo fantasma en donde disfrutan de un banquete. Mientras los padres se ponen a comer, Chihiro ve como se convierten en cerdos. Empieza entonces la aventura de la niña para recordar a sus padres y el mundo al que pertenece, luchando contra el olvido. Se pone en juego su fuerza de voluntad y su capacidad de adaptación ante situaciones adversas y difíciles de comprender.
Como nos tiene acostumbrados, la animación de Miyazaki es primorosa y delicada, creando una atmósfera onírica e hipnótica. La música compuesta por Joe Hisaishi es un elemento vital en la configuración de ese fantástico ambiente.
Chihiro es para niños, sí, y para todos aquellos dispuestos a adentrarse en un mundo de criaturas fabulosas, llantos, sonrisas y amistad.
Ficha técnica de la película
- Título: Sen to Chihiro no kamikakushi
- Año: 2001
- Duración: 125 minutos
- País: Japón
- Director: Hayao Miyazaki
- Guion: Hayao Miyazaki
- Música: Joe Hisaishi
- Productora: Studio Ghibli
Fuente de la imagen: IMDd
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