Hoy, 7 de junio, España se levanta con una sorprendente noticia: el Banco Santander, presidido por Ana Patricia Botín, ha adquirido el Banco Popular por la simbólica cantidad de un euro.
Según los últimos datos bursátiles, disponibles en la base estadística Orbis Bank Focus (Bankscope), accesible desde el listado de bases de datos de la biblioteca de la UAM, el Banco Popular contaba con una capitalización bursátil de 1.418,54 millones de euros, tras los desplomes sufridos en los últimos meses en medio de un clima de desconfianza hacia la solvencia de la institución.
Sólo en lo que va de año 2017, el Banco Popular ha perdido nada menos que el 63,2 % de su valor en Bolsa. Para el Santander, con una capitalización actual de 84.723 millones, la absorción implica ampliarse en apenas un 1,7 %, lo cual, sin embargo, le apuntala en su posición como primer banco de España por tamaño.
Con esta operación, el gran banco se está haciendo con el control de una entidad que en 2016 arrojó pérdidas por valor de 3.485 millones de euros, en fuerte contraste con los beneficios del grupo presidido por Botín que ascendieron en el mismo ejercicio a 7.486 millones netos, en continuación de una senda ascendente de sus resultados durante los últimos años, divergente de la decadencia del Popular durante este periodo.
La adquisición del Banco Popular pone fin a meses de “culebrón” financiero y mediático y a los temores de depositantes y clientes de la entidad, aunque no despeja las dudas de sus empleados, 11.948 personas que se ven añadidas a la numerosa fuerza laboral, 16 veces superior, del gigante cántabro.
NOTA: Todos los datos estadísticos empleados en este artículo se han extraído de la base de datos Orbis Bank Focus, también denominada Bankscope, una de las bases de datos estadísticas disponible a través de la biblioteca de la UAM.
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