El jurado, presidido por Rafael Puyol Antolín, destaca que “es una de las mayores autoridades actuales en el conocimiento de las tres religiones del Libro, Judaísmo, Cristianismo e Islam. Sobresale por la profundidad de sus análisis históricos, por su inmensa labor bibliográfica e investigadora, así como por su compromiso activo con la difusión de un mensaje ético de compasión, paz y solidaridad. Karen Armstrong participa también activamente en diversas instituciones internacionales encargadas de propiciar el diálogo cívico religioso. Al otorgar este premio, el jurado quiere destacar la relevancia del estudio de las religiones para comprender la sociedad y el mundo contemporáneos”.
Es Oficial de la Orden del Imperio británico y algunas de sus obras figuran entre los libros más vendidos según la lista de The New York Times: “Mahoma, biografía del poeta (1991), “Holy War: The Crusades and Their Impact on Today’s World” (1988), “Historia de Jerusalén: una ciudad y tres religiones” (1996), “The Battle of God” (2000), “La gran transformación: El principio de nuestras tradiciones religiosas” (2006) e “Historia de la Biblia” (2007).
Por su parte, Adam Zagajewski (Lwów, actual Ucrania,1945), ha recibido el premio Princesa de Asturias de las Letras 2017. Es uno de los más destacados poetas contemporáneos polacos, comprometido políticamente sobre todo en sus primeras obras y perteneciente a la llamada Generación del 68 o de la Nueva Ola. A partir de la publicación del poemario "Plótno" (1990) evolucionó hacia la contemplación poética.
Según la crítica, su obra refleja su apuesta por la libertad y la búsqueda de la belleza, es de gran hondura humana y sensibilidad estética. Entre sus temas destacan la noche, los sueños, el tiempo, la eternidad, el silencio y la muerte.
Otros poemarios suyos son "Ziemia ognista"(Tierra de fuego, 2004), "Trzej aniolowie", 1998 (Tres ángeles), "Pragnienie", 1999 (Deseo, 2005), "Anteny", 2005 (Antenas, 2007) o "Niewidzialna reka", 2009 (Mano invisible, 2012).
El jurado, presidido por Darío Villanueva Prieto, afirma en el acta que “la poesía de Zagajewski –así como sus reflexiones sobre la creación y su intenso trabajo memorialístico– confirma el sentido ético de la literatura y hace que la tradición occidental se sienta una y diversa en su acento nativo polaco, a la vez que refleja los quebrantos del exilio. El cuidado por la imagen lírica, la vivencia íntima del tiempo y el convencimiento de que tras una obra artística alienta el fulgor, inspiran una de las experiencias poéticas más emocionantes de la Europa heredera de Rilke, Miłosz y Antonio Machado”.
Fuente: Fundación Princesa de Asturias
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