Están publicados en Journal of the American Chemical Society, y el segundo trabajo, publicado en ACS Nano,
Como muestran las recientes investigaciones del grupo que dirige Mauricio G. Mateu, las piezas que forman los virus y la manera en que se autoensamblan han sido "adaptadas" por la selección natural, de modo que confieren el adecuado grado de rigidez mecánica a algunas partes del virus, y de flexibilidad a otras partes. De este modo, el virus puede resistir el estrés físico o químico sin dejar de funcionar adecuadamente. Sería como un automóvil, se diseña para que mantenga la integridad en caso de colisión, deformándose en caso de golpe de la manera más adecuada para minimizar daños.
Estos resultados podrían contribuir al diseño de nanopartículas y nanomateriales capaces de autoensamblarse eficazmente, y con propiedades mecánicas adecuadas para aplicaciones que van desde la nanomedicina a la nanoelectrónica.
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