Siendo ya un escritor reconocido empezó a mostrar gran interés por el cine y así lo manifestaba: "Puede uno, gracias al cinematógrafo, ser aplaudido en la misma noche en todas las regiones del globo...esto es tentador y conseguirlo representaría la conquista más enorme y victoriosa que pueda coronar una existencia". Animado por este pensamiento comienza su andadura en el cine con la adaptación de la novela Sangre y arena (1916) que obtuvo un gran éxito y que posteriormente conocería nuevas versiones.
Blasco Ibáñez se había establecido en París en 2014 poco antes del estallido de la Primera Guerra Mundial. El presidente de la República Francesa Raymond Poincaré le anima a visitar el frente y escribir una novela sobre la guerra. Así en 1916 publica Los cuatro jinetes del Apocalipsis cuyo argumento gira en torno a una familia dividida en dos ramas, una francesa y otra alemana, que se ve enfrentada y destruida por la guerra. Blasco Ibáñez trata un tema atemporal: la guerra y las calamidades que la acompañan. Así lo expresa uno de sus personajes: "No, la bestia no muere. Es la eterna compañera de los hombres. Se oculta, chorreando sangre, cuarenta años... sesenta... un siglo, pero reaparece. Todo lo que podemos desear es que su herida sea larga, que se esconda por mucho tiempo y no la vean nunca las generaciones que guardarán todavía nuestro recuerdo".
En 1918, dos años después de hacerlo en Europa, la novela se publica en Estados Unidos y es aquí donde se convertirá en un éxito fulgurante de ventas alcanzando nuestro autor una enorme fama y reconocimiento.
En 1921 la Metro produce la primera de las adaptaciones de Los cuatro jinetes del Apocalipsis dirigida por Rex Ingran y protagonizada por Rodolfo Valentino quien, a raíz de esta película, se convertirá en una estrella.
En 1962 Vincente Minnelli vuelve a llevarla a la pantalla ambientándola en esta ocasión durante la Segunda Guerra Mundial. Protagonizada por Glenn Ford e Ingrid Thulin, es un clásico del melodrama bélico.
Imagen: IMDb
0 comentarios:
Publicar un comentario