lunes, 23 de septiembre de 2019

Publicado el 9/23/2019 11:00:00 a. m. por con 1 comment

El libro era mejor: una introducción

Empecemos con un chiste:

“Dos cabras pasan por la trasera de un cine y encuentran unas latas de películas tiradas. Una está abierta y de ella sale el rollo de "El señor de los anillos". Una cabra se pone a mascar el celuloide.

Cuando ha terminado de comerse el rollo entero la otra le pregunta:

- ¿Qué te ha parecido? - Me gustó más el libro.”

Podríamos pensar que la cabra devoradora de películas es una cultureta, pero lo cierto es que la mayoría de las adaptaciones de novelas al cine no cumplen con las expectativas, ni de los propios autores, ni de los espectadores. El cine necesita a la literatura y aunque seamos una sociedad audiovisual el origen está en el texto escrito. Las adaptaciones no dejan de ser interpretaciones de las novelas, que además están vinculadas a un presupuesto, por lo general, más bajo de lo que exigiría dicha adaptación, así que, normalmente, no cabe todo lo que contiene el libro.

Entre los escritores cuya obra ha sido llevada al cine en más ocasiones podemos hablar de Shakespeare, Dickens, Chejov, los hermanos Grimm, Tolstoi o Jane Austen. En el caso de los autores españoles: Juán Marsé, Arturo Pérez-Reverte, Almudena Grandes, Elvira Lindo.

La literatura no nutre únicamente a la gran pantalla, también hay libros que sirven como guión para la realización de series: El cuento de la criada, Juego de tronos (aunque en este caso las últimas temporadas sean independientes de los libros, que aún están por escribir), El tiempo entre costuras o Patria (primera serie producción de HBO España).

Por otro lado, siempre que un libro es llevado al cine el autor adquiere repercusión, es una buena promoción para su obra.

A lo largo del curso vamos a hacer un repaso por algunas de las peores, según nuestro subjetivo criterio, películas basadas en libros.

1 comentarios:

Be dijo...

¡Estupendo! El cine y la literatura, dos artes que me encantan.¿Y a quién no?. Estoy deseando leer las entradas del blog y, por supuesto...comentarlas.